La Isla de Cuba es un país lleno de misterios afro latinos, donde la SANTERIA o "Regla de Osha" tiene habitantes aún con sus raíces africanas.
La provincia de Matanzas es denominada la "Atenas de Cuba" y la "Ilé-Ifé" donde habitan los santeros más viejos descendientes directos de los Yorubas.
La ciudad de San Cristóbal, La Habana, el poblado ultramarino de Regla, el pueblecito El Rincón con su santuario de San Lázaro, el pueblo de Guanabacoa tienen también una alta concentración de santeros descendientes de africanos.
Los sacerdotes mayores nunca quisieron revelar secretos, lo que impide conocer en todos sus detalles los orígenes de los Orishas en suelo cubano, pero teniendo en cuenta que la civilización yoruba fue sometida a la esclavitud y a la guerra, se puede suponer que los primeros textos proféticos de los Orishas en Cuba fueron a finales del en el siglo XIX las llamadas "libretas de santo", con sus interpretaciones de refranes y patakies.
Esta religión NO TIENE DOBLE DOCTRINA entre sus devotos, pero si hay alternativas ejecutorias de ritual afrocubano o diáspora, denominadas, "Rama de Santo".
Hoy en Venezuela no nos sorprende encontrar dondequiera un iyawó con sus collares y manilla de osha, quien saluda cruzando los brazos sobre el pecho, al escuchar “Santo Iyawó”.
El iyawó debe muchas veces escuchar discrepancias de fe en la calle, pero progresivamente el pueblo de ha adaptado al surgimiento de una nueva manera de concebir las religiones y de practicarlas.
Los mitos, ceremonias, bailes consagrados a cada una de las deidades u "Orishas Yorubas," constituyen elementos esenciales para que el culto no pierda el sentido ancestral. Especial pulcritud y esmero tiene su música con el toque de tambor "Los Batá" y cantos "Oro al Santo" en sus festividades, donde cada Orisha tiene el lugar que le corresponde, siendo Orúnmila el penúltimo, porque este Santo es el que separa el homenajeado de los santos invitados.
La revelación de las liturgias son una profanación a los sagrados principios religiosos aun cuando no existe nada que no sea digno de ser expuesto pero los Iwóros están involucrados en muchos secretos que no se deben divulgar, son información restringida, no fanático hermetismo.
El Coco “Obi” sirve para ofrendar de “Adimu”, para “limpieza y recogimiento”, para el pago de un derecho y partido en cuatro pedazos para interrogar a los Egguns y a las Deidades a través del oráculo de Biagué. Por sentencia de “Olofi” en castigo de su vanidad: << Mientras el mundo sea mundo, serás blanco por dentro, pero negro por fuera. Rodarás por el suelo y hablarás sólo cuando te tiren>>
Los “Oddún” estan relacionados con un patakín que refleja los avatares o caminos de los orishas, algunos son leyendas etiológicas otros son parábolas mitológicas, de todos ellos se pueden extraer enseñanzas filosóficas de la vida.
Los iworos saben para qué se utiliza un ritual, desconocen en detalle el significado de cada una de las palabras en lenguaje yoruba, pero saben que su poder esotérico es mágico.
La sabiduría es patrimonio de la humanidad y ponerla al alcance de todos es responsabilidad de cada ser humano. En 1959 fue publicado el "Manual de Santería" por el Oriathé Nicolás Valentín Angarica, en 1985 el Oriathé Cecilio Pérez "Obbá Ecún" publica la Metodología de la Religión, son sacerdotes de ineludible referencia, que quieren aclarar todos los errores de que es objeto esta religión por aprendizaje erróneo del ritual yoruba. Entre los precursores, Lydia Cabrera, gran investigadora que publica famosas obras: El Monte; Anagó, vocabulario Lucumí; Ochún y Yemayá entre muchas otras.
Es inevitable mencionar el conocimiento del vocabulario yoruba gracias a Samuel Ajayi Crowther, primer Obispo Anglicano Africano, Yoruba nacido en Osogún, reino de Oyó, redactó en 1852 un glosario llamado "Yoruba Vocabulary".
También hay un diccionario inglés-yoruba publicado por el Babalawo Pierre Verger "Fatumbi" (renacido gracias a Ifá) ciudadano nacido en Paris 1902 fallecido en 1996 fue un gran estudioso de las tradiciones religiosas Yorùbá y realizo publicaciones especializadas entre otras "Ewe" publicado en 1995. "Ko si ewé kosi orisa" Sin hierbas no hay Orisha
Hasta ahora son muchos los libros publicados sobre los misterios y fundamentos de la religión Yoruba, aún así no han sido divulgados los verdaderos misterios de las ceremonias, para evitar el uso indebido que algunas personas pudieran hacer.
El Animismo fue clasificado por el francés René Bergier, en 1767 de fetichismo. Y el famoso etnólogo Edward Burnett Tylor, en el siglo XIX la describe como doctrina.
El “Concilio Internacional de la Religión de Ifá” reconoce ambas, pero afirma que no hay homologación religiosa entre tradicionalismo “Ifá – Orisha” de los territorios Yorubas de África Occidental y la “Regla Osha – Ifá” Cubana por existir diferencias conceptuales y litúrgicas.
Hay actualmente una "yorubización" de la Regla de Osha, para la recuperación de la ortodoxia ritual, de modo a evitar las contradicciones o modificaciones profanadoras y eliminar el erróneo sincretismo o simplemente obtener un linaje.
Muchos Oluwos y Obbaces latinoamericanos están actualmente en contacto con los ancestrales valores de la africanidad en Nigeria, para enriquecer y fortalecer sus conocimientos y respectivas formaciones sacerdotales cubanas.
En 1886 el gobierno de España abolió la esclavitud en Cuba donde el pueblo Yoruba dejó como herencia, formas culturales ancestrales en el campo religioso. Hoy hay una Cátedra de Santería Afrocubana en la Universidad Internacional de Florida en U.S.A., para doctorado en Santería a cargo del Babalawo Ernesto Pichardo. Este en 1993 ganó en la Corte Suprema de los Estados Unidos una demanda contra la ciudad de Hialeah, según la cual se establece que sea permitido realizar sacrificios de animales por motivos religiosos en esta ciudad.
El Pontífice Juan Pablo II, en su viaje a Cuba el 21 de Enero de 1998, definió erróneamente la "Regla de Osha Yoruba" como un conjunto de tradiciones y creencias religiosas, y coronó como patrona de la isla de Cuba a la Virgen de la Caridad del Cobre, el Pontífice, reconoció bajo su figura, la Fe del pueblo al "Orisha Ochún" a quien se dirigen las plegarias de los cubanos, devotos de una religiosidad diferente a la señalada por la Iglesia Católica.